Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.
Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
¿Que de especial tiene la uva, para que el Señor nos haya comparado con ella? En realidad no es tan especial, pero en la época en la que Jesús les dijo esto a los discipulos la uva era el fruto más cosechado por los hebreos, la razón es que de la uva se deriva el vino, tan popular en aquel entonces como una bebida rutinaria. De manera que, tan popular era que todo judío conocía los conceptos vid, pámpano, como nosotros conocemos los terminos autobus o computadora.
Sin embargo unos miles de años más tarde en una populosa ciudad capital de un país de occidente, para un joven que de frutas lo que sabe es que vienen en una lata de "tuti fruti", las palabras vid y pámpano que aparecen en este pasaje de La Palabra deben buscarse en google para entenderse.
Así unos minutos después descubrí que la vid es la planta cuyo fruto es la uva y que el pámpano es la ramita que une las uvas a la vid.
Resueltas las dudas gramaticales el mensaje del Señor a mi vida cae con un mayor peso, cuando me dice que Él es la vid verdadera y el Padre el labrador, el trabajo del labrador era, tal como lo sigue siendo hoy, recoger los frutos buenos, a fin de producir con ellos. Por eso Cristo enfatiza en el v.2 Todo pámpano que no lleve fruto, será quitado, pero el que si, será tomado, para que produzca más fruto.
No es una incognita en este capitulo quienes tienen el papel de pámpano, nos lo explica más adelante en el v.5
"Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer."
Entonces el problema grande es que pensamos que necesitamos a Cristo el 90%, el 95% o el 99% de nuestras vidas cuando en realidad necesitamos de Él el 100% de nuestras vidas, esto es vivir para Cristo. No significa que mañana voy a llegar a mi trabajo a renunciar para irme a predicar el evangelio, ya que no es ese mi llamado, sino más bien se refiere a que si estoy en mi trabajo, ahí está Cristo conmigo y se nota en mi, si estoy en el autobus, ahí está Cristo conmigo, en mis pensamientos, en mis palabras, en mis deseos, el pámpano no se separa de la vid a no ser para ser echado al fuego (v.6), así nosotros no debemos separarnos de la vid para llevar frutos.
¿Porque la compleja vida de un fruto?
Los pámpanos no brotan con las uvas listas para ser consumidas, es primero una ramita y crece conforme se alimenta de la vid. Así nosotros cuando recibimos a Cristo como nuestro salvador, no salimos ese día predicando el evangelio a toda criatura, nos es necesario crecer espiritualmente y dejar al Señor obrar en nuestra vida para que por nuestra fe podamos ser testimonio y dar fruto en la vid verdadera.
¿Que se requiere para fructificar?
- La clave de todo, Permanecer en Cristo si no fuera importante y vital para llevar frutos el Señor no hubiera utilizado nueve veces la palabra permanecer o sus otras formas (permaneced, permanecéis, etc.) en este capítulo, porque si no estamos con el, recuerde NADA podemos hacer. ¿Como permanecemos en Cristo? Orando con diligencia, esto es tener una verdadera plática con el Señor como si estuviesemos hablando con nuestro mejor amigo, Estudiando Su Palabra, nada nos alimenta espiritualmente mejor que un devocional diario, puede darle continuidad a un libro leyendo un capítulo diario o puede utilizar algunos libros que le ayudan a tener un devocional diario durante el año, Otra forma de permanecer en Cristo es congregándonos en nuestra iglesia, donde puedo compartir con hermanos que son de bendición a mi vida espiritual y de igual forma yo puedo ser de bendición para ellos. Finalmente el constante servicio a Cristo, una forma de retribuir lo que Cristo nos da en el día a día y además de obedecerle, es servirle a Él en un ministerio, si no tiene uno involucrese de inmediato y sea de bendición para otros y verá como usted es doblemente bendecido. El Señor nos ha dado talentos a ud. y a mi como para que los desperdiciemos, recuerde el v.2 "Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto." es la mejor oportunidad que tenemos de fructificar.
- Si cree que lo anterior es un tanto complicado, sujetes, no termina ahi, lo mencioné antes es una compleja vida la del fruto, lo otro que nos pide Cristo para poder fructificar como Él espera de nosotros, es una frase que en el tiempo de Jesús rompió todo esquema humano y está en el v.12: "Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado." Note, no dice como a ud. mismo, ud. puede no quererse a ud. mismo, pero Él nos pide que ame al delincuente que robó todo el sueldo de un honrado trabajador, a un asesino, a un pederasta, etc. como Él nos ha amado. Díficil y complejo, mas no imposible. ¿Cuál es la clave en este punto? Recuerde que El Señor no tiene un pecadómetro en el que le mide su nivel de pecado por una mentirita excusatoria de llegada tarde y lo compara con la medida del peor de los delincuentes, El Señor si le comparará con el mayor delincuente, solo vería a dos humanos en igual condición, en pecado, ambos, a pesar de sus obras tienen el mismo destino, pero igual la misma posibilidad de salvación. Si ud. tiene problemas amando a su prójimo, recuerde ud. también es pecador y no es mejor que su prójimo.
Así que si tengo amor por mi prójimo, me será fácil comprender que la mejor manera de mostrarlo es fructificando el amor que Cristo me da, platicando de Él a quienes no le conocen pero sobre todo Permaneciendo en Su perfecto amor.
DIOS LES BENDIGA
René
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